Dónde puede ser visto. Qué lugares frecuenta.
Transcurres en todo lo que queda innombrado.
Sucedes en la arena que a la mano del tiempo se escapa.
Ocurre tu sexo mientras nadie lo mira,
florece y se licencia
en un triste salón
y nadie va a verle.
Tienes lugar en los ojos de tu madre,
en la boca de amigos, sastres y tenderos,
en el silencio de los contables,
en todas las palabras, comidas y siniestros
a los que renunció tu memoria.
Pero aconteces como nunca en las aceras
cuando libre de vigilias irrumpe
tu sola forma oceánica.
Tu sola forma oceánica,
los modos del mercurio.
Eres un exilio, un empeño en mil direcciones,
la fuerza del viento y su mal maridaje.
Parece que tus ramas brotaran alianzas,
que todo fueran signos de un íntimo
alzamiento. Y caen
las hojas, y no hay estruendo,
sinfonía ni conclusión.
Aunque exactamente hermoso, un instante.
Nunca sabrás el rostro que llevas cuando nadie te mira.
Es un pez del abismo, es un cuento hecho carne,
lo que dicen los dioses cuando está amaneciendo,
lo que piensa un atlante cuando ve que le acechan.
Don del errante, gran dignidad y un lecho para la dulzura.
Pero tú nunca sabrás de ti en tesoro.
Los días cabalgan en los días,
porta un recuerdo de sí todo lo que se rompe,
la ciencia del collar rige a los mortales.
Pero tú nunca, unánime nunca, nunca cielo de ti.
Where one can be seen. What places one frequents.
Translated by Curtis Bauer
You occur in everything that remains unnamed.
You happen in the sand escaping the hand of time.
Your sex occurs while nobody watches,
flowers and graduates
in a sad room
and nobody is going to see it.
You have a place in your mother’s eyes,
in the mouth of friends, tailors and shopkeepers,
in the silence of accountants,
in all the words, meals, and disasters
that your memory discarded.
But you occur like never before on the sidewalks
when free of vigils your single oceanic
form bursts forth.
Your single oceanic form,
the manners of mercury.
You are an exile, an insistence in a thousand directions,
the strength of the wind and its erratic coupling.
It seems like your branches were budding alliances,
that all were signs of an intimate
uprising. And the leaves
fall, and there is no roar,
symphony nor conclusion.
Although exactly beautiful, a moment.
You will never know what face you wear when nobody looks at you.
It is a fish from the abyss, a story made flesh,
what the gods say when the sun is rising,
what an Atlantan thinks when seeing he is threatened.
Gift of the vagrant, great dignity and a bed for sweetness.
But you will never know about yourself in treasure.
The days ride on the days,
everything that breaks carries a remembrance of itself,
the science of the collar governs mortals.
But never you, never unanimous, never sky of you.